Numerología: las matemáticas de las cualidades

Los números pueden ser vistos como arquetipos, que representan cualidades que todos tenemos en mayor o menor cantidad. Podríamos decir que cada número es el arquetipo de la cualidad, por lo tanto cada número tiene su propia unicidad. Los números no sólo tienen una vida en sí mismos, sino que además representan completamente nuestras vidas. Estos operan en el plano espiritual, en tanto las figuras lo hacen en el plano material. La numerología se topa con sus propios supuestos que son críticos al momento de aceptar la información que se trata de obtener de los números. Sería absurdo rechazar sus supuestos y utilizar la información como guía. Los supuestos son aquello que “creemos”, cualesquiera sean las razones para ello, pero son actos claros actos de fe. Es la explicitación de estos supuestos, lo que mueve la numerología del sitial de las artes puras al de disciplina espiritual, y dependiendo de cómo se aborde el tratamiento de estos supuestos, eventualmente a una ciencia. En la práctica, sin embargo, si bien existen algunas reglas básicas de lectura e interpretación, los números son un oráculo por excelencia, y por ende el “lector” es un canalizador de otras entidades, que son las que realmente hablan. Por eso hay “buenos”, malos e irrelevantes lectores de oráculos. Es un don.